En Boquerones Solevante, nos enorgullecemos de llevar hasta tu mesa los mejores boquerones del Cantábrico, seleccionados cuidadosamente para ofrecerte calidad y sabor inigualables. Desde nuestra ubicación en Calle País Vasco, 34 A, Monóvar (Alicante), compartimos nuestra pasión por este producto único y tradicional. Hoy queremos hablarte de las características del boquerón del Cantábrico y en qué se diferencia del boquerón marroquí.
El boquerón del Cantábrico es reconocido por su calidad superior. Procedente de las frías y limpias aguas del mar Cantábrico, este pescado azul destaca por:
En Boquerones Solevante, seleccionamos estos boquerones en su momento óptimo de frescura, asegurando que cada pieza cumpla con los estándares más altos.
Aunque el boquerón marroquí también es popular, presenta diferencias significativas frente al cantábrico:
Estas diferencias hacen que el boquerón del Cantábrico sea la opción predilecta para quienes buscan un producto excepcional que realce cualquier plato.
Desde nuestra sede en Monóvar, trabajamos para que nuestros clientes disfruten de lo mejor del Cantábrico. En Boquerones Solevante, no solo cuidamos la calidad del producto, sino que también promovemos prácticas sostenibles que respeten el medio ambiente y el ecosistema marino.
Nuestra ubicación en Alicante, una región con gran tradición culinaria mediterránea, nos permite comprender las necesidades de quienes valoran la frescura y autenticidad en sus platos. Además, ofrecemos un servicio cercano y personalizado, adaptado a tus preferencias.
Ven a visitarnos en Calle País Vasco, 34 A, o explora nuestra página web para conocer más sobre nuestros productos. En Boquerones Solevante, calidad y tradición se unen para brindarte una experiencia inigualable con cada bocado.
¡Descubre por qué el boquerón del Cantábrico es la joya del mar en tu cocina!
Una vez dispuestos, cúbrelos con aceite de oliva virgen extra. Este paso no solo realza el sabor, sino que también ayuda a conservar los boquerones por más tiempo. Déjalos reposar al menos una hora antes de servir para que los sabores se integren perfectamente.
Consejo cercano: Sírvelos fríos, acompañados de pan crujiente o picos, y una buena copa de vino blanco. Es el aperitivo perfecto para cualquier ocasión.